La pandemia pasada del Covid-19 nos trajo como novedad las exposiciones virtuales como novedad. La imposibilidad de la presencia física más el miedo a los contagios imposibilitaron durante mucho tiempo el funcionamiento de una exposición física. En ese contexto tuvimos de todo…. colecciones trucadas, manipulaciones miserables pero también el placer de disfrutar desde un ordenador de las maravillas, el trabajo y los desvelos de los filatelistas de medio mundo que se implicaron en esta nueva modalidad.
Personalmente tuve una de mis mejores experiencias filatélicas al recibir el “Gran Premio” de la Exposición Nacional de España (Exfilna) por mi colección de “Marcas prefilatélicas de Cuba”. El jurado, riguroso como siempre, pudo consultar con las imágenes de la colección cada detalle antes de conceder semejante premio. En una exposición regular algo así es imposible, el jurado, a volandas, va revisando las colecciones con la presión del tiempo. Su buen hacer y esfuerzos se ve complementado, en estos casos, por el examen detenido previo de las colecciones.
Pro… La filatelia es un hobby de disfrute selectivo, no todos coleccionan estampillas y no todos los que coleccionan estampillas llegan a montar una colección de exposición. Es tan complicado montar una colección de exposición que obliga, en todos los casos, a un estudio del material, el tema, el contexto histórico… etc. Más que un hobby parecería una “tarea de la escuela” pero con gusto, no se nota. Te permite valorar lo que tienes y saber lo que te falta… El paso de mostrar públicamente el material es la recompensa a ese trabajo arduo de investigación y montaje. ¿por que no mostrarlo en las redes en una exposición virtual? Amigos de todo pueden admirar tu trabajo, disfrutar del montaje y valorar tu investigación que rara vez pasa al papel y mucho menos a un libro. Ese puntico del “ego” y de sentirse orgulloso del trabajo es la única recompensa que puedes esperar… ¿por que no permitir que otros amigos, fanáticos de este mundo en extinción, puedan disfrutarlo?
Contra… El perfil de un coleccionista es variopinto y complejo. Los motivos para no mostrar sus colecciones pueden ser tan variados como colores existen. Pueden ir desde la protección de la colección ante posibles robos como al disfrute privado de las mismas. Todas son lícitas pero no contribuyen en nada al desarrollo natural de una afición. Otro motivo muy marcado es que al tener en sus colecciones material falso o manipulado temen que entendidos del resto del mundo puedan detectarlo y denunciarlo al jurado.
En lo personal viví una experiencia así al ver en la expo nacional de Canadá una carta de Cuba que había sido mía, a la que le había “nacido” un sello para completar la serie en carta del correo oficial de 1858. Al coleccionista, reacio a reconocer la manipulación realizada por él, fue necesario mostrarle la imagen original que aún conservaba y en este link pueden ver el análisis que de la carta hice.
No informe al jurado, no era mi intención dañarle, pero si advertirle que las medallas en una exposición se ganan a fuerza de empeño, estudio y porque no decirlo, dinero.
A este tipo de coleccionista evidentemente no le gustan las expos virtuales… los pueden desenmascarar con el resultante bochorno público.
Si estas leyendo esta pequeña reflexión es que el tema realmente te interesa… ¿que tipo de coleccionista eres? uno que disfruta los sellos en silencio o uno que desea que su trabajo sea reconocido y admirado por el resto de los coleccionistas.
