(Versión actualizada de la publicación realizada en la Revista The Cuban Philatelist, Vol. XXXIII, No. 97, Enero-Abril 2023)
Por Marcos A. Fraga Acosta
Hace unos días, siguiendo una conferencia sobre centros invertidos en sellos mexicanos, me pregunté que habría sobre los centros invertidos de Cuba. Tras conversar con algunos amigos, quienes me refirieron que los únicos existentes eran los de la serie de patriotas cubanos de 1910, me dispuse a buscar información al respecto.
Al investigar en los catálogos, efectivamente encontré que existían cuatro valores de la serie con el error en cuestión, a saber, los de 1 centavo (Scott 239a), 2 centavos (Scott 240a), 10 centavos (Scott 244a) para franqueo ordinario y el de 10 centavos (E4a) para entrega especial (Fig. 1). Así mismo, pude encontrar que las cantidades de los faciales con error ascendían a 1100 ejemplares del valor de 1 centavo – siendo el más común-, 200 ejemplares del facial de 2 centavos y del de 10 centavos para entrega especial, así como solamente 100 ejemplares del valor de 10 centavos para correo ordinario, siendo este el más raro y costoso de los errores. La razón por la cual los valores existentes sean todos múltiplos de 100 se debe a que los pliegos de sellos contenían 100 ejemplares cada uno.
- Luego, a fin de conocer sobre la historia del descubrimiento de tan interesante error, resulta que la primera referencia a estos se encuentra en la Revista del Círculo Filatélico de Cuba, de abril de 1911 (a más de un año del primer día de circulación de las estampillas), la cual fuera rápidamente citada por Mekeel’s Weekly Stamp News, en su número de julio del mismo año. En estas publicaciones se exponía la sorpresa ante los errores en cuestión, debido al prestigio de la compañía impresora, la American Bank Note Company. A este hecho hace también referencia la autora García-Frutos, quien en su texto “Los centros invertidos de Cuba”, publicado en el número 25 de la revista The Cuban Philatelist, de 1997, nos comenta:
“El primer hallazgo se hizo en Holguín, una ciudad bastante grande en la provincia de Oriente. Así fue como todo comenzó. El 10 de enero de 1912, Héctor Repetti compró una hoja (cien sellos) del sello de entrega especial en la oficina de correos de Holguín. El señor Repetti inmediatamente le comunicó esta noticia a su amigo el doctor Francisco Penichet, un conocido filatelista de La Habana. El Dr. Penichet no perdió tiempo y se trasladó a la provincia de Oriente para buscar más sellos con este error, pero no tuvo éxito. Varios días después al regresar a La Habana, Julio Asseo me contó que el Dr. Penichet fue a lo que entonces era el Departamento del Tesoro y obtuvo un permiso especial para buscar otros errores en el almacén donde se guardaban estos sellos, encontrando varias hojas de los sellos de un centavo con el centro invertido (Bartolomé Masó) y la única hoja conocida del sello de diez centavos (Mayía). El sello de dos centavos (Máximo Gómez) apareció en un suburbio de La Habana y me dijo el señor Asseo que en una de las dos hojas que se encontraron, tan solo el 30% de los sellos estaban bien centrados.”
¡Qué agradable sorpresa saber que fue debido al apasionado empeño de un filatelista que pudieron obtenerse y conservarse tan magníficos errores! Sobre lo sucedido después poco se conoce. Actualmente no es tan difícil hallar en ventas o subastas algunos ejemplares de estos errores. Sus precios, si bien han disminuido a partir de la salida al mercado filatélico de un volumen imprevisto de estos, no implican un menoscabo a la rareza de estos ejemplares, ciertamente escasos con relación a la tirada de la emisión a la que pertenecen, así como en comparación con otros errores o variedades del acervo filatélico cubano.
No obstante, surgían más dudas. ¿Quedarían bloques de estos sellos? ¿Se conocerían cubiertas de sobres en los que se hubieran utilizado estos valores con error? Ciertamente las características de la impresión hacen, a primera vista, no tan fácil detectarlo, por lo que podrían haber circulado con cierta facilidad. Luego, su temprana detección por los filatelistas cubanos también podría haber atentado contra su uso, al colectar la mayoría de los ejemplares con errores para sus colecciones y su comercialización.
En este sentido, un bloque de 4 por 4 sellos, para un total de 16, ilustró una nota que sobre su hallazgo publicara The Philatelic West & Collector’s World, en abril de 1912 (Vol. 55, No. 2). En la nota se refería que el bloque fue hallado en Holguín, lo cual coincide con la referencia antes apuntada, y que fue comprada por un amigo del Dr. Jubillones – presuntamente, el Sr. Repetti, según el testimonio referido por García-Frutos. (Fig. 2) El destino o existencia actual de este bloque de sellos es desconocido.
Continuando la búsqueda, efectivamente se pudo encontrar que existen bloques de cuatro sellos de cada uno de los valores (Fig. 3), así como una tira de tres ejemplares del facial de 1 centavo. La tira de tres ejemplares fue subastada como el lote número 369 en una subasta realizada por Robert A. Siegel Auction Galleries, Inc. en Puerto Rico, el 15 de octubre de 1982, en el marco de la Exposición ESPAMER’82.
La historia de los bloques de cuatro sellos es más larga. Formaban parte de una colección de excelencia, subastada en Génova, Italia, por la casa David Feldman en diciembre de 2013, y nuevamente por la misma casa, al año siguiente, quedando en ambos casos el lote desierto. Posteriormente, la referida colección fue dividida en varios lotes, los que fueran subastados por la prestigiosa Robert A. Siegel Auction Galleries, Inc. el 15 de noviembre de 2016, y entre los cuales se encontraban los bloques de estos errores.
En cuanto a las cubiertas, en el Tomo I del Catálogo Especializado de Sellos de Cuba, publicado en su tercera edición en 2012 por Edifil – esto es, en fecha incluso anterior a las referidas subastas-, se apunta que solo se conocen con los sellos con centro invertido de 1 y de 2 centavos, mas no con los restante valores de 10 centavos de dicho error. Ciertamente, he podido encontrar hasta el momento referencias a cuatro cubiertas, a saber, tres con el facial de 1 centavo y solamente una con el facial de 2 centavos.
La primera de las referencias consiste en una cubierta que pude encontrar siquiera se muestra en colores (Fig. 4), pues se encuentra en el estudio de García-Frutos, que bajo el título “Centro invertidos – Inverted centers” fuera publicado en enero de 1982, en el No. 12 de la conocida revista El Boletín. Se trata de un sobre enviado en diciembre de 1953, cuyo destino no se aprecia en la imagen de la referencia. La valoración sobre el franqueo, al desconcoerse el destinatario, resulta especulativa, pudiendo presumirse que se trata de una carta doble (10 centavos de franqueo), a la que se adicionan los portes de correo aéreo (8 centavos) y del servicio de certificación (10 centavos), más las sobretasas postales del edificio del Palacio de Comunicaciones, que entonces se construía, y del Consejo Nacional Tuberculosis, debido a la fecha del envío postal. Lo peculiar de esta cubierta es que se utiliza el sello con el error invertido… ¡más de 40 años después de su emisión! No se trata de desacreditar el udo legítimo del sello en cuestión, pero su inclusión para el pago del franqueo correspondiente puede presumirse como muy intencional.
Asimismo, años después se encuentra otra cubierta, en este caso con un par de los sellos del facial de 1 centavo. Su aparición se debe a la subasta de la casa Harmer-Schau Auction Galleries, Inc., realizada entre el 20 y el 22 de agosto de 2015 (Fig. 5). La fecha de este sobre no es visible, pero por el tipo de matasellos utilizado puede deducirse que se trata de una cubierta contemporánea al uso de la emisión de los patriotas en cuestión. Esta cubierta, con destino a Madrid, posee el porte de 5 centavos, correspondiente al de una carta de hasta media onza a un país miembro de la UPU.
Las otras dos cubiertas fueron encontradas de conjunto. Ambas formaban parte de la misma colección de los bloques de cuatro antes referida. La primera de estas (Fig. 6) fue enviada desde Camagüey, en 1912, hacia Ciego de Ávila, y en ella fueron utilizados dos sellos de 1 centavo para cubrir el porte correspondiente. De este modo, encontramos un sello con el error acompañado de otro, del mismo facial, con la impresión adecuada. Llama la atención que la misma carece de la dirección del destinatario, limitándose a consignarse “Sr. P. Gutierrez. Ciego de Avila”. Al no disponer de imágenes del reverso no puede deducirse si posee la dirección del remitente.
Finalmente, en cuanto a la cubierta con el sello de dos centavos, esta fue enviada desde La Habana hacia Madrid, España, el 30 de diciembre de 1918. Con un porte total de 13 centavos, se cubría el franqueo de 5 centavos correspondiente a una carta de hasta media onza enviada hacia un país miembro de la UPU (España), y el de 8 centavos correspondiente al derecho de certificación, que en aquel entonces incluía el acuse de recibo, a discreción del remitente, lo cual fue efectivamente solicitado como puede apreciarse en la imagen de la pieza (Fig. 7).
Sin poderse apreciar tampoco la identidad o la dirección postal del remitente, llama la atención sobre esta cubierta el hecho de que, a pesar de su uso tardío, solo fueron utilizados sellos de la serie de patriotas de 1910 (para entonces se habían emitido otras series de sellos postales en el país, tales como los “mapitas” de 1914 y la de patriotas de 1917), así como la presencia, igual que en la cubierta anterior, del sello con el centro invertido acompañado de su versión debidamente impresa. A estos detalles se deben sumar que la marca estampada “Return Receipt Demanded” ha sido identificada por Mallon Bauzá en su estudio “El acuse de recibo en Cuba” como una marca privada para el correo internacional de… el Dr. Francisco Penichet, mismo que, como se ha señalado antes, salió a la búsqueda de los sellos con el centro invertido inmediatamente a conocer sobre su existencia. La ausencia del número del registro de la certificación no hace más que arrojar mayor incertidumbre sobre la peculiaridad de esta cubierta.
Quedan aún interrogantes sin responder… ¿Serán estas las únicas cubiertas conocidas con los sellos con error de 1 y de 2 centavos? ¿Existirán cubiertas con los dos sellos con el centro invertido más raros de la serie (uno debido a su escasa existencia – solo 100 ejemplares- y el otro debido a su escaso uso – entrega inmediata)? Estas, como muchas otras preguntas relativas a la filatelia cubana, quedan pendientes del continuo estudio y búsqueda de los filatelistas cubanos. ¡Manos a la obra!
A pesar de que hay menos sellos del valor invertido de 10 c de Mayía, generalmente no es el más costoso ni demandado. La bicicleta invertida por ser temática es la más demandada y costosa.
Muy buen artículo de nuestro amigo Fraga.