HISTORIA POSTAL CUBANA, así, en mayúsculas, pese a no tener signo postal alguno.
Por esteve Domenech i Baño
Muy escasos son los testimonios postales que han pervivido hasta nuestros días de la historia postal cubana en el siglo XVIII. Considerando que el servicio de correo interior en la isla de Cuba se estableció el 1 de marzo de 1756 por orden de un Real Decreto de agosto de 1754, cabe descartar la correspondencia organizada en la primera mitad de esa centuria. Anteriormente, existía un servicio de correo precario para cubrir las necesidades postales de la propia ciudad de La Habana y con la Metrópoli. A petición del gobernador de la isla, Francisco Cagigal de la Vega, y Don Agustín Morell de Santa Cruz, arzobispo de La Habana se autorizó la creación de una ruta postal nacional. La misma consistió en un viaje regular y mensual entre La Habana y Santiago de Cuba, con paradas en las ciudades de Guanabacoa, Matanzas, Santa Clara, Sancti Spiritus, Puerto Príncipe y Bayamo.
Un año y medio después, debido a su provecho económico deficitario se subastó el derecho de explotación de esa ruta que fue adquirido por Cipriano de La Luz en septiembre de 1757 por el importe de 10.008 pesos, motivo por el cual asumió la titulación de “Correo Mayor”. De este periodo y hasta la asunción final del correo por parte de la corona (febrero, 1765) se conoce solo un ejemplar con marca postal de una población cubana, que es la marca “HABANA” en negativo, fechada en 1760 que se encuentra en el Museo Postal de Cuba. La mayoría de la correspondencia del siglo XVIII está vinculada al correo marítimo, conociéndose menos de una docena de cartas fechadas hasta el año 1800 circuladas en el interior de la isla de Cuba. De todas ellas, solo se conoce un ejemplar anterior al establecimiento del servicio de Correos organizado en Cuba en manos privadas y es la siguiente pieza:
El sobrescrito perdió su contenido, ya que al tratarse de una Real Orden incluida en un pliego de papel empaquetado en su envuelta se le debió dar su cumplimiento archivándose de forma separada en su serie documental de Instrucciones y Reales Ordenes. Pese a ello, afortunadamente, la parte interna de la envuelta contiene el regesto de este contenido y nos permite conocer el mismo y poder situar tópica y cronológicamente el ejemplar.
Transcripción de las ocho líneas de texto que contenía.
“Real Orden del 1º de junio de 1749 – aprobando la confir-/mación de Alcaldes Ordinarios hecha en la Habana por el Señor Capitán/General a los nombrados con menos votos – Trata del/inviolable secreto que deben guardar los capitulares en/revelar los nombres de los electos, hasta que estén confir-/mados y otras cosas dignas de atención-/ -Se dio cuenta de ella en cabildo ordinario de 9 de diciembre/de 1750.”
Desde su descubrimiento, hacia 1980, este extraordinario ejemplar, que perteneció a las colecciones del experto en historia postal cubana Dr. Yamil Koury, se ha considerado la pieza más relevante de cuantas se conocen de la HISTORIA POSTAL CUBANA, así, en mayúsculas, pese a no tener signo postal alguno.
Esteve Domenech, noviembre 2020
Real Academia Hispanica de Filatelia e Historia Postal