Graciel Leyva Álvarez de la Campa.
Cuando se conversa sobre el valor facial de los sellos de Cuba siempre hacemos alusión a las mismas series, (las aves de 1991, la serie Europa de 2005, el correo aéreo de 2 y 5 pesos de 1953, etc…) y nunca mencionamos a los de menor valor facial, los cuales han tenido sin lugar a duda el peso fundamental en el funcionamiento del correo. Como exponente principal de estos sellos no puede dejar de mencionarse el conocido como la “V de la Victoria” de 1942, sello de sobretasa postal de uso obligatorio, puesto en circulación el día 1 de julio de 1942.
A partir de esa fecha, toda la correspondencia postal nacional o extranjera, tenía que llevar por cada unidad o pieza, cualesquiera que fuese su peso y categoría el sello de ½. La recaudación obtenida por la venta de los sellos se ingresaría a la Tesorería General de la República como rentas postales, de esta cantidad se destinaría la cantidad de 50 000 pesos a las atenciones de la Cruz Roja Nacional y al pago del dibujo, las planchas de la impresión, la impresión y pago de todo gasto en el cual se pudiere incurrir. El sobrante de los 50 000 pesos para uso de la Cruz Roja estaba encaminado para el perfeccionamiento de esta, ante la posibilidad de ser atacados por parte de las fuerzas del bloque fascista, al entrar Cuba en el conflicto (Segunda Guerra Mundial).
Respecto al diseño del sello de la “Victoria” que hacía clara alusión a la lucha contra el fascismo, trajo temores en la población con respecto a la aceptación por los países de España y la Francia no ocupada; dado el antecedente del Decreto que dispuso la suspensión del curso de la correspondencia con destino a Japón, Alemania e Italia (países del bloque fascista) y los países ocupados por estas naciones, por la Orden número 19 del 15 de diciembre de 1941. Esta situación se vio agravada después que en el periódico “El País” del 8 de julio de 1942 apareciera un artículo refiriendo que España no cursaría la correspondencia cubana que poseyera el sello de la “Victoria”. Múltiples fueron las cartas de la población e instituciones de todo el país manifestando la preocupación de que la correspondencia fuera retenida por el gobierno de Franco.
En carta enviada el 30 de octubre de 1942 por el Comandante Sr. Luis Rodolfo Miranda (Subsecretario de Estado), a Mario López Blanco (Ministro de Comunicaciones) escribe”… tengo el gusto de participarle que, de acuerdo con los informes cablegráficos que, a petición nuestra, nos han remitido nuestros encargados de negocios en Madrid y en Vichy el curso de la mencionada correspondencia no sufre interrupción alguna en ninguno de esos dos países”.
Es un sello con un valor facial de ½ centavo de color naranja del cual se imprimió una cantidad de 37 millones de ejemplares y dentado 10. El diseño estuvo a cargo de Gustavo Japón. Se realizaron tres diseños distintos de los cuales se tomaron elementos para conformar el diseño final; (El cual ostentaba la V de la Victoria, llevando en su centro el Emblema de la Cruz Roja, del lado izquierdo portaría el valor de ½ centavo y en el derecho a tres líneas la frase latina,” Inter-Inimicos-Charitas”, en su parte superior la frase “República de Cuba”, “Correos”, y en la inferior “Cruz Roja”). Este diseño debido a la premura de realizar la emisión fue simplificado suprimiéndose varios de sus elementos. Serían impresos la cantidad de 40 millones de sellos que equivaldrían a la suma de 200 000 pesos, reimprimiéndose después de su agotamiento las cantidades que fueran necesarias.
Por Decreto número 442 firmado por el Presidente, El Primer Ministro y el Ministro de Comunicaciones el 20 de febrero de 1942 el sello de 1/2 centavo poseyera el mismo formato igual a los sellos de la Tuberculosis o sea de 22 milímetros de alto por 19 milímetros de ancho. Respecto a la calidad del papel utilizado, deja mucho que desear, actualmente resulta una tarea titánica encontrar un sello de la victoria en buenas condiciones. En igual condición está el dentado, la falta de dientes en especial en las esquinas, casi constituye una regla.
En 1944 se imprimió nuevamente el sello de la “V de la Victoria” y se mantuvo el mismo diseño sin modificaciones cambiando solamente el color. Puesto en circulación el día 3 de octubre de 1944, por la Orden 34 del 18 de septiembre de 1944. Se imprimieron un total de 3 000 000 de ejemplares, que completarían la cantidad de 40 000 000 acordados inicialmente.
Para el sello de la Victoria de color anaranjado fue autorizada su utilización hasta el agotamiento total de las cantidades existentes en ese momento. La idea del cambio de color en el sello de ½ centavo provino, al parecer, del Club Filatélico de la República de Cuba, en carta enviada por Rafael Oriol Presidente del Club con fecha 17 de mayo de 1944 al Ministro de Comunicaciones.” Se acordó solicitar del señor Ministro de Comunicaciones el cambio de color de los sellos de ½ centavo, denominados de la victoria, actualmente en uso”. “Habiendo observado la permanencia de la emisión de sellos y franqueo obligatorio de ½ centavo denominado de la victoria, con el objetivo de hacer dicha emisión más atractiva a los filatélicos de todo el mundo…”.
Al igual que la emisión de 1942 del dinero recaudado por la venta de estos sellos se destinaría la cantidad de 50 000 pesos a beneficio de la Cruz Roja Cubana, comenzando la impresión de los mismos el 19 de agosto de 1944. Por Decreto Presidencial número 3779, de fecha 16 de Octubre de 1944 se dispuso que los sellos de ½ centavo de la Victoria, actualmente en poder del público, del Estado y de la casa impresora, continúen hasta su total agotamiento, para el franqueo de la correspondencia en la proporción de 2 sellos por centavo.