La isla de Cuba logra su independencia el 20 de mayo de 1902. El acto de arriar la bandera norteamericana de las autoridades de ocupación y el izado de la bandera cubana señala lo que conocemos como República en el aspecto filatélico.
La primera emisión republicana de octubre de 1902 habilitaría un sello de 3c con la imagen de la fuente de la India, situada en el paseo extramuros, para 1c al carecer de suficientes existencias de ese sello. Esta es una de las páginas que nos muestra el veterano coleccionista y actual presidente de la Federación Filatélica Cubana, José Ramón Mallón, que ha paseado su excelente colección por diferentes exposiciones nacionales e internacionales y que ahora nos ha legado para ser exhibida en CubaFil´2023.
La colección hace un interesante recorrido por las emisiones mas importantes del periodo republicano destacando la gran cantidad de pruebas de impresión de suma rareza. Podemos admirar las primeras libreta de cartero mostrando la entrada de La Habana y el castillo del Morro.
La primera emisión bicolor de los patriotas cubanos, grabada e impresa en los Estados Unidos, nos regalan en 1910 los primeros y únicos centros invertidos de la filatelia cubana.
Uno de los aspectos enriquecedores de la filatelia cubana son los centros de hojas. La primera emisión con centro de hoja puesta en circulación es la que conmemora al presidente José Miguel Gómez en 1936. Los pliegos de cuatro paneles de 25 sellos y centro de hoja fueron separados, para su mejor manipulación, por los empleados de correos. Este hecho privó a la gran mayoría de los coleccionistas de hacerse con uno de ellos y muy contados se han conservado hasta nosotros. El primer centro de hoja, los pliegos imperforados de los sellos permanentes de1925, fue puesto en venta años después.
La evolución cronológica del trabajo mostrado nos lleva por emisiones clave en el período.
Una de las joyas de la filatelia cubana cierra con broche de oro la presentación: La Caridad del Cobre sin la impresión del color ocre, de la cual se conocen contadas piezas y cuya existencia fue cuestionada en principio por las autoridades postales de la isla en su momento. En la investigación estuvieron implicadas en 1956 diferentes departamentos de la Policía Nacional que terminó dictaminando la legalidad de la compra del error y así como su autenticidad.
