La filatelia fiscal cubana suele deparar hallazgos sorprendentes, aunque estos generalmente corresponden a emisiones coloniales, ya distantes en el tiempo. En esta ocasión, queremos destacar el descubrimiento de un ejemplar del «Timbre Nacional» de 1946, sobre el cual se aplicó una habilitación con recargo, presentando la característica inusual de la habilitación invertida. Hasta la fecha, este es el único ejemplar conocido con tal particularidad.
Durante la época republicana en Cuba, los sellos del Timbre Nacional se utilizaban para abonar diversos impuestos sobre documentos oficiales. Frecuentemente, se recurría a la técnica del recargo sobre emisiones permanentes, especialmente aquellas emitidas en 1940, modificando en ocasiones sus colores originales. Este proceso permitía ajustar los valores faciales de los sellos a las necesidades fiscales del momento.
La existencia de una sociedad filatélica incipiente en Cuba durante ese período no registró previamente la aparición de una habilitación invertida en estos sellos. Este hallazgo no solo añade una pieza única al patrimonio filatélico de la isla, sino que también abre nuevas perspectivas para la investigación y el estudio de las prácticas postales y fiscales de la época. Demuestra que, en la filatelia fiscal cubana, aún hay mucho por descubrir y documentar.
Es un hallazgo notable. Contrario a otros países las sobrecargas invertidas en el periodo republicano en los sellos postales son notablemente escasas (habilitado de 1902, el habilitado de 3c del tabaco y el 1942 antituberculosis). En el caso de los timbres era de esperar que en algún momento saltara la liebre. Han sido muchos los timbres puestos en uso con sobrecarga «recargo del 20%». Aún así, parece que el control de calidad en la aplicación de estas sobrecargas fue notablemente bueno.