Cuba: los primeros sellos de temática de… (Parte II)

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Como continuación a las notas anteriormente publicadas sobre los primeros sellos cubanos que representaron algún elemento temático, siguiendo el texto de Jack Gray: What’s First?…, en esta ocasión se tratarán los siguientes tres casos.

El primero de estos se trata del primer sello de temática “cohetes”, algo inusual pues no se ilustra artefacto coheteril alguno. En efecto, se trata del sello emitido en 1939 en conmemoración al experimento del cohete postal (Scott C31). Este ejemplar, puesto en circulación el 15 de octubre del referido año, consistió en la reimpresión – en esta ocasión en verde esmeralda- del sello de 10 centavos para el servicio de correo aéreo nacional emitido en 1931. Además, le fue realizada una sobreimpresión en tinta negra la cual, en 4 líneas, refiere: EXPERIMENTO DEL – COHETE – POSTAL – AÑO DE 1939. Impresa por la Cía. P. Fernández S.A., en Cuba, la emisión tuvo una tirada de 200.000 ejemplares.

El experimento del cohete postal fue una actividad concebida y organizada por el Club Filatélico de la República de Cuba, para la cual nombró una Comisión Pro-Primer Torpedo Aéreo Postal presidida por el filatelista Dr. Tomás Terry, entusiasta pionero de la aerofilatelia cubana. Obtenido el apoyo de la entonces Secretaría de Comunicaciones y la autorización de la Secretaría de Defensa, el Presidente de la República Federico Laredo Bru mediante el Decreto No. 2339, de 21 de septiembre, autoriza la emisión del sello sobre el experimento en cuestión, el cual por primera vez sería realizado en América Latina. Tras tres ensayos que tuvieron lugar en el mismo mes de octubre, el día 15 fue finalmente el lanzamiento oficial, procediéndose a cargar el cohete con correspondencia y terminando el experimento de manera exitosa.

El cohete utilizado actualmente se encuentra expuesto en el Museo Postal cubano y, para mayor información sobre esta emisión, los sobres utilizados en los ensayos y en el lanzamiento oficial, viñetas y posteriores emisiones rememorativas de este evento puede consultarse el catálogo de Carlos Echenagusía titulado “Catálogo de las emisiones y matasellos dedicados al Cohete Postal Cubano”, publicado en 2004.

No pasaría posteriormente un año para que Cuba volviera a estrenar algún sello de determinada temática objeto del coleccionismo. El siguiente sello de esta serie de pioneros consiste en el primero en ilustrar a la Asociación Internacional del Club de Leones, emitido en 1940 en conmemoración de su Convención, realizada en La Habana (Scott 363).

Fundada en Illinois, Estados Unidos, en 1917, la organización “Lions Club International” tiene como fines el servicio humanitario, en especial en los espacios comunitarios, a partir de actividades de voluntariado y de fondos colectados por sus miembros; de ahí su lema “we serve” (nosotros servimos). En el caso cubano, el primer Club de Leones se funda en 1927 en La Habana, extendiéndose rápidamente por todo el país al punto que hacia los años 50 existían en Cuba 112 clubes con más de 6.500 asociados, lo cual posicionaba a la isla en el segundo puesto de membresía fuera de los Estados Unidos, después de Canadá.

Este sello, puesto en circulación el 23 de julio del referido año 1940, se ilustra con el emblema de la Asociación, tres palmas reales y de fondo la bandera nacional cubana, además de los textos alusivos a la Convención que se celebraba en La Habana. Impresa a un solo color en carmín, la tirada fue de 2.500.000 de ejemplares. Un elemento interesante de este emisión consiste en su centro de hoja, resultante de interpaneles en el pliego tanto en forma vertical como horizontal, y que reproduce el emblema de la organización. El “leonismo” en la actualidad se encuentra presente en casi todos los países del mundo, siendo el coleccionismo de los sellos y materiales filatélicos referentes a este movimiento una temática que ha llegado incluso a ser expuesta en competiciones internacionales. Una colección de un marco sobre este tema fue expuesta en CUBAFIL 2023 por el filatelista boliviano José Edgar Arébalo Pérez, la cual aún se encuentra disponible en el siguiente enlace de nuestra página web: https://filateliadecuba.com/10-un-marco/actividades-del-lenismo-en-el-mundo/

Para cerrar esta segunda parte de estas notas, una alusión temática en sellos cuya primicia en Cuba pudiera resultar sorprendente para algunos. En efecto, el primer sello en ilustrar a Santa Claus (o Papá Noel) fue emitido por Cuba, como elemento central en el diseño de los sellos de “Navidad 1954-55” (Scott 532-533). Puestos en circulación el 15 de diciembre, estos sellos de 2 y de 4 centavos, tuvieron una tirada de 2.000.000 y 4.000.000 de ejemplares, respectivamente. El diseño, del cubano Vedasto Acosta, alterna los tradicionales colores navideños verde y rojo, y nos muestra en primer plano el rostro sonriente de Santa Claus, con su tupida barba blanca y su tradicional gorro de ocasión. Lo sellos de Navidad fueron emitidos cada año en Cuba desde 1951 hasta 1970 (salvo en los años 1959 y 1968), y posteriormente en el año 2000, este último inspirado en las icónicas composiciones de estas emisiones durante la década de los años 60.

Según la revista Historia, de National Geographic, “el origen histórico de Santa Claus es un personaje que existió realmente, un obispo de origen griego que vivió durante los siglos III y IV: Nicolás de Bari, conocido tras su santificación como San Nicolás. (…) Podemos trazar los orígenes modernos de este personaje hasta los Países Bajos, donde la fiesta de San Nicolás – celebrada el 6 de diciembre – se convirtió en una de las más importantes del calendario litúrgico. (…) Durante el siglo XVII se produjo una fuerte emigración holandesa hacia América. Los neerlandeses fundaron, entre otras colonias, la ciudad de Nueva Amsterdam, que tras caer en manos de los ingleses en 1664 fue renombrada como Nueva York. Por este motivo, la ciudad tenía un importante componente cultural y demográfico de origen holandés. En 1809, el escritor estadounidense Washington Irving publicó A History of New York, una sátira sobre la historia de la ciudad en la que el personaje de San Nicolás – cuyo nombre neerlandés, Sinterklaas, adaptó como Santa Claus – aparece representado de forma burlona como un marinero holandés rechoncho vestido con abrigo, guantes y botas. Esta es la primera representación moderna de Santa Claus, aunque en esta ocasión su ropa era de color verde y no roja”. Por estos motivos, resulta peculiar que fuera un sello (o mejor dicho, dos sellos) de Cuba donde se representara por primera vez a Santa Claus, en lugar de un sello estadounidense o neerlandés.

Hasta aquí esta segunda entrega de los sellos cubanos pioneros en temáticas, mas no se trata de la última. Nuestro país ha tenido posteriormente la primicia en otras representaciones, de las cuales comentaremos en próximas emisiones. ¡Felices Fiestas y Año Nuevo 2024!

 

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