Francisco Parras: Figura Controvertida en la Filatelia cubana. ¿funcionario estafador?

374 Vistas

Francisco Parras es una figura notable en la historia de la filatelia cubana, aunque su legado ha sido objeto de debate y controversia. Durante el período colonial español, Parras ocupó el cargo de administrador de correos en Puerto Príncipe, actualmente conocida como Camagüey. Varias cartas conservadas de esa época, dirigida a él, atestigua su rol en la administración postal.

Tras la conclusión de la Guerra de Independencia de Cuba, Parras continuó desempeñándose como administrador postal durante el período de intervención estadounidense. Es especialmente recordado por su implicación en la emisión de sellos de Puerto Príncipe, una serie filatélica que, aunque tuvo circulación legal y fue emitida por orden oficial, se considera que tuvo un carácter especulativo. Las pocas cartas conocidas de esta emisión fueron enviadas por Parras a diversos coleccionistas y comerciantes en Estados Unidos y Europa, en una época en que la filatelia despertaba el interés de numerosos aficionados y la creación de rarezas encontraba un mercado ávido entre los coleccionistas especializados.

Una parte de esta emisión fue confiada a Miguel Lázaro, un comerciante y filatelista habanero de reconocida integridad. La demanda de los sellos de Puerto Príncipe superó rápidamente las existencias disponibles. Ante esta situación, Parras intentó contactar al impresor original para solicitar una reimpresión, pero este se negó por consideraciones legales. Lejos de desistir, Parras adquirió una imprenta Minerva, junto con los mismos tipos y tintas utilizados en la emisión original, y procedió a producir nuevas tiradas de los sellos. Estos nuevos ejemplares fueron comercializados directamente por Parras y también enviados a Miguel Lázaro, quien pronto detectó discrepancias significativas entre las emisiones originales y las nuevas. Observó que las líneas de impresión no coincidían, ciertas posiciones fijas de las tiradas originales habían desaparecido y, en algunos casos, Parras habilitó sellos con combinaciones que no existían en las emisiones legítimas. Como medida precautoria, Lázaro marcó los sellos originales con sus iniciales y un sol. Finalmente, Lázaro hizo público que, pocos meses después de la emisión original, ya circulaban falsificaciones.

Desde la perspectiva contemporánea, las acciones de Francisco Parras podrían ser calificadas de falsificación y fraude. Sin embargo, es esencial contextualizar sus actos dentro de una época en la que tales prácticas eran relativamente comunes en el ámbito filatélico mundial. Posteriormente, durante la República, Parras continuó ejerciendo como administrador de correos, lo que refleja una notable capacidad de adaptación a los cambios políticos y administrativos de la Cuba de finales del siglo XIX y principios del XX.

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 6

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *