Cuba: los primeros sellos de temática de… (parte IV y final)

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Marcos A. Fraga Acosta

En esta última entrega sobre los primeros sellos cubanos que representaron algún elemento temático a nivel mundial, según el libro What’s First?…, de Jack Gray, se exponen los tres últimos de estos casos, todos durante el período filatélico cubano conocido como Revolución.

De la tradicional serie emitida en ocasión de la Navidad, la emisión de 1960 resulta especial por varios motivos (Scott 649-653). En primer lugar, se trata de la primera de estas series que en Cuba fueron emitidas con 15 sellos integrados en bloques de 4 sellos con un diseño unitario, más 1 sello adicional por cada valor facial. Adicionalmente, se trata de la emisión que por primera vez en el mundo incluye “villancicos navideños” como parte de su composición gráfica.

Esta emisión, diseñada por Héctor Hernández, fue impresa en papel de seguridad acartonado y puesta en circulación del 22 de diciembre del referido año 1960. Cada sello se ilustra con flores típicas o comunes de nuestro país, a saber, tabaco, mariposa, guayacán, café y aguinaldo. En el caso de las cuatro primeras, integradas en alegoría común rodeada por el elemento temático en cuestión: un villancico. Este autor no ha podido definir si las notas musicales de la ilustración suponen un villancico que realmente exista. Solo puedo agregar que, tras una comparación con sus partituras, no se trata de los emblemñaticos “Noche de paz” o “Jingle Bells”, tan populares en Cuba.

El origen de los villancicos puede encontrarse en la Biblia, en la cual se hace referencia al canto de los ángeles en celebracion del nacimiento del niño Jesús. Siguiendo esta inspiración, los primeros villancicos que se conocen datan del siglo IV: Veni redemptor gentium, atribuido a San Ambrosio de Milán, y Jesus refulsit omnium, de Hilario de Poitiers. Posteriormente, durante el siglo XII, se consolida la tradición de celebrar la Navidad, así como otras festividades religiosas, con canciones populares en la lengua propia de cada región, especialmente en Francia, Alemania e Italia.

Fuente: https://www.filateliadelahabana.es/

Según Laura Menéndez de la Torre, en su artículo Una Navidad con música cubana o el recuento de una fiesta pasada: “En 1959 ve la luz un álbum que puede considerarse en estos momentos de colección. Se trata de la obra Villancicos cubanos, lanzado por la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación. Este disco, con una bella portada de Servando Cabrera, pertenece al Coro de Madrigalistas de La Habana y es una verdadera joya para los oídos”. No es de extrañar entonces que estos cantos sirvieran se inspiración a la composición del primer formato de sellos navideños de la década de los años 60.

Poco tiempo después, volvió Cuba a ser pionera temática mundial, en este caso, con una alusión deportiva. Se trata de la muy conocida serie “Instituto Nacional de Deportes, INDER”, emitida el 25 de julio de 1962 e integrada por 30 sellos alusivos, cada uno, a una modalidad deportiva. Diseñada por René Villazón, esta serie fue impresa en hojas de formato especial en las cuales los cinco sellos de un mismo valor facial (1, 2, 3, 9, 10 y 13 ctvs.) se reproducen en bloques de 4 más 1. La perforación de estos sellos es 12½ y su filigrana, R. de C. El sello temático en cuestión es nada menos que el ilustrativo del juego de squash, o como más popularmente se le denomina en Cuba: cancha o frontenis (Scott 738).

         

El juego de squash tiene su origen en un antiguo juego de raquetas que se jugaba en las prisiones de Londres en el siglo XIX. Posteriormente, alrededor de 1830, algunos niños de la escuela londinense Harrows notaron que una pelota perforada, que se “aplastaba” al impactar contra la pared, ofrecía más variedad al juego, el cual se extendió a otras escuelas. El caucho natural era el material preferido para la pelota. Durante el siglo XX, el juego ganó popularidad y varias escuelas, clubes y particulares construyeron canchas para squash, aunque sin fijar inicialmente alguna regla sobre sus dimensiones.

Fuente: https://fronteniscuba.wordpress.com/

En el caso cubano el juego de cancha tiene sus inicios, a partir de la presencia estadounidense en la isla, en el Club de Ferroviarios de Luyanó en 1924 y tuvo su debut en el Club de Cazadores y Náuticos en Cienfuegos. Debe recordarse que desde 1898 en Cuba se jugaba también en canchas la pelota vasca. Después de 1959, los clubes privados de cancha fueron integrados al recién creado Instituto Nacional de Deportes, aunque continuó siendo un deporte recreativo. Posteriormente, en 1976, se crea la Federación Cubana de Deportes de Cancha y comenzaron a organizarse competencias nacionales e internacionales.

Para finalizar esta entrega, el último de los pioneros temáticos cubanos puede resultar, para algunos, peculiar. Se trata de nada menos que de… ¡un dibujo infantil! El sello de 3 centavos de la serie Dibujos Infantiles (Scott 1634), emitida el 30 de agosto de 1971, supone la primera ilustración en sellos de un furgón de cola. El dibujo titulado “El trencito”, de la autoría de Yuri Ruiz, tuvo un dentado de 12½ y una tirada de 1,660,000 ejemplares

El furgón de cola (o furgón de frenos) era un tipo de vehículo ferroviario, acoplado al final del tren con la función de complementar el frenado de las locomotoras, de modo que, ante una eventual separación de algún acoplamiento, ambas partes del tren tuvieran la posibilidad de detenerse. Este vehículo fue utilizado ampliamente hasta la aparición de los frenos de vacío continuos en los trenes, aunque a pesar de este avance tecnológico sigue siendo utilizado en la actualidad.

La tradición ferroviaria en Cuba se retrotrae a los orígenes del desarrollo de este medio de transporte y debido a su importancia en el país para la industria azucarera. El 19 de noviembre de 1837 salió desde La Habana con destino a Bejucal el primer tren en nuestra isla, ubicándola como el primer país de América Latina y el séptimo en el mundo en tener ferrocarril. España, metrópoli de Cuba en aquel momento, tuvo que esperar 11 años para tener su primer ferrocarril.

De esta manera, concluimos esta pequeña serie de entradas relativas a los primeros sellos temáticos cubanos. Desde la fauna, el deporte, los medios de transporte, la industria o los avances tecnológicos, ha sabido dejar su huella, como pionera a nivel mundial, la Filatelia de Cuba.                                    Fuente: https://www.filateliadelahabana.es/

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