Prefilatelia VI. El servicio postal bajo la ocupación británica de la isla de Cuba.*

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Grabado de Dominique Serres de como quedo La Habana después de la toma por las fuerzas de ocupación británicas.
Grabado de Dominique Serres de como quedo La Habana después de la toma por las fuerzas de ocupación británicas.

La ”Guerra de los Siete Años”, librada entre Francia e Inglaterra por el dominio de las posesiones de América del Norte, llega a la rada habanera en agosto de 1762. El rey Carlos III en virtud del ”Pacto de Familia” con Luis XV de Francia había abocado la nación a una guerra innecesaria y costosa. La Habana, después de la tenaz resistencia de D. Luis de Velazco y las milicias de Pepe Antonio de Guanabacoa, se ve obligada a pactar la rendición. Los ingleses, con claras intenciones de quedarse en la isla se cuidaron mucho de perturbar el buen funcionamiento de las instituciones judiciales y provinciales. En el pliego de condiciones para la rendición pidieron el acceso a toda la documentación y archivos y conservaron el control político y militar. 

 El consistorio habanero durante la ocupación funcionó con total normalidad. Previo juramento de acatamiento al rey de Inglaterra, por una formula redactada por los regidores, pudieron seguir en sus puestos. Habían rechazado la formula inicial que habían entregado las autoridades de ocupación por ser demasiado onerosa. En las actas capitulares del período se recoge la asistencia del regidor del Cabildo y Correo Mayor en diferentes sesiones. 

 El Correo Mayor, D. Cipriano de la Luz, logró con su excelente actuación definitivamente reconciliarse con los integrantes que le eran más hostiles en el Cabildo al salvar parte de los caudales de la administración de vacantes que estaban a su cargo durante la ocupación británica de la isla. 

 El servicio postal funcionó regularmente, aunque existen evidencias que el despacho masivo de correspondencia oficial de Lord Abemarle se vio truncado por el recién nombrado teniente de gobernador D. Sebastián Peñalver y Angulo. El nuevo gobernador había dispuesto que se despacharan comunicaciones a todos los pueblos de la isla pidiéndoles que se rindieran pues la mitad de occidental de la isla estaba bajo el dominio británico, negándose Peñalver, es cesado. Las misivas son despachadas el 21 de septiembre de 1762 y la totalidad de los ayuntamientos se negaron a aceptar la propuesta expedida. En las actas del consistorio se recogen la recepción y expedición de numerosas comunicaciones oficiales. Ninguna de ellas ha llegado hasta nosotros.  

 La única huella de la ocupación asociada a la filatelia la podemos encontrar en el papel sellado. En los primeros momentos se procedió a la habilitación provisional del papel sellado de cuño hispano, como es de esperar de una ocupación forzosa. La emisión de papel sellado con sello y armas británicas nos  hacen sospechar que no tenían intenciones de reintegrar la isla a sus anteriores poseedores. El número de los sellos y los valores continuaban la tarifa previa del sistema español. Los documentos conservados reflejan que no intentaron ni por un momento perturbar el curso de los trámites administrativos, notariales y judiciales. 

 

* Versión ampliada y actualizada del discurso de ingreso presentado a la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal en noviembre del 2021 por Adolfo Sarrias. Solo se autoriza el uso de este texto como licencia general para uso educativo. Se prohíbe cualquier reproducción o distribución que implique una ganancia o beneficio patrimonial.

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