El correo certificado en el período prefilatelico en la isla de Cuba.

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Por Adolfo Sarrias

Las primeras evidencias del correo certificado en las posesiones españolas data de los primeros años del siglo XIX. En la península se había establecido en el siglo XVII el servicio de correo registrado. Por medio del pago de una tarifa especial el destinatario garantizaba la entrega de su correspondencia a la vez que tenía una constancia o recibo del envío. La carta recibiría un tratamiento especial que evitaría que se extraviara, fuera violado o su entrega no fuera  inmediata. Se establecieron marcas especiales  para diferenciarla del correo ordinario así como un número de registro detallado que permitiera seguirla a través de toda su ruta.

En el caso de Cuba debemos esperar hasta 1803 para encontrar evidencias de un envío certificado. Lógicamente el servicio existía previamente pero dada su rareza ha sido imposible encontrar hasta el momento envíos de fechas anteriores.  Nuestro primer sobre certificado corresponde a una carta oficial con origen en Puerto Príncipe con destino a Bayamo. La carta recibió la marca manuscrita “Certificación a Pto Príncipe 24 nbre de 1803” y las marcas “FRANCO” y “PUERTO PRINCIPE” sumadas a la anotación manuscrita “De Oficio”.

El pago de los portes en la correspondencia de la época estaba determinado por la distancia a recorrer y era variable lo que no sucedía con  el certificado que era una tasa fija dependiendo del tipo de envío. Era obligatorio abonarlo previamente y se anotaba al reverso el porte regular adicionándole el porte certificado.  La primera tarifa legislada para Cuba es del 9 de diciembre de 1755 y establecía el porte de derechos de certificación:

Certificada sencilla Menos de media onza Un peso (8 reales)
Certificada doble Hasta 8 onzas de peso Un peso y medio (12 reales)

 

Para pesos superiores a 8 onzas se adicionaban a la tarifa de certificada doble 2 pesos (16 reales) por cada media libra de peso.

En 1824 se modifica en Cuba el cobro escalonado de la correspondencia  y las tarifas del servicio certificado son elevadas:

Certificada sencilla Medio peso (4 reales) Menos de 1/2 onza de peso
Certificada doble Un peso (8 reales) Hasta una onza de peso
Certificada triple Un peso y medio (12 reales) Hasta una onza y media de peso
Certificada gruesa Dos pesos (16 reales) Superiores a una onza y media

 

Aunque se conocen varias cartas de los portes inferiores solo se ha localizado una carta certificada gruesa, con origen en La Habana. Al reverso se anota: “Certifon…….16 (reales), Franª ………..16-1/2 (reales) y sumados 32 1/2 (reales). Se anotan las “tomas de razón” tanto al reverso como al dorso que no es más que las anotaciones manuscritas del tránsito de la misiva por las diferentes oficinas postales hasta su destino en Cimarrones.

Las envueltas al ser entregadas en la oficina de origen se le anotaban los portes, se identificaba el servicio en el frente de la cubierta y se cobraba anticipadamente. La inviolabilidad de los certificados era vital por lo cual eran transportados en valijas cerradas y selladas aparte. Era obligación de la oficina que saliera en el primer correo disponible y si el tránsito implicaba su entrada a otra oficina postal, era anotado en el frente. Al ser recibida por el remitente la firmaba conforme era entregada anotando la fecha y era devuelta al cartero que la enviaban en la oficina de origen como comprobante de recepción hasta que eran quemadas pasados un tiempo. Las pocas cartas que han sobrevivido hasta nosotros corresponden principalmente a las añadidas en procesos judiciales como pruebas de tramitación de expedientes judiciales y que han sido rescatadas en muchos casos de ser molidas como papel de desecho. No se conocen cartas certificadas privadas en Cuba durante el período prefilatélico.

Las marcas postales lineales.

En Cuba se conocían hasta el momento solo dos marcas prefilatélicas lineales y una manuscrita lo que hicieron a Ignacio Abreu montar una teoría errónea sobre las marcas lineales de correo certificado. En la misma solo reconocía que las administraciones más importantes tuvieron marcas y en el caso de Puerto Príncipe lo justificaba al estar asentada en esta ciudad la audiencia judicial más importante después de la capital. La realidad está muy lejos de semejante teoría. El descubrimiento de la “CERTIFICACION A V. CLARA”  y la “CERTIFICACION A” (MATANZAS) demuestran que hubieron otras oficinas principales que tuvieron marca por lo que es de esperar que puedan aparecer en un futuro otras marcas de administraciones importantes. Cada oficina postal de la isla o cartería tenía oficialmente el derecho al correo certificado. No todas tuvieron marcas pues la cantidad de correo registrado a despachar era bastante escaso y no se justificaba el gasto en un punzón de bronce. Es posible que en los casos en los que dispusieran de marcas solo fuera de “CERTIFICACION”  como el caso de Matanzas.

Se conocen hasta el momento las siguientes marcas:

“CERTIFICACION A LA HABANA”. La marca fue usada en la capital y normalmente puede ser vista en color negro. Las fechas de uso van desde 1817 hasta 1842. Aunque en “Prefilatelia Española” se cataloga una marca estampada en rojo no se tienen datos o imagen que pueda ilustrarla. Esta marca esta siempre asociada a las marcas de porte pagado “HAVANA FRANCO” y “HABANA FRANCO” con arabescos (fig.2). Se conoce solo una carta combinada con una marca “FRANCO” no catalogada en “Prefilatelia Española”. (fig.3)

“CERTIFICACION A CUBA”. La marca fue usada en Santiago de Cuba  y se conocen dos ejemplares en rojo. Una de ellas en el Museo Postal Cubano (fig.4) y la otra fue descubierta por el filatélico cubano Santiago Portuondo Zúñiga y pasó posteriormente a la colección de Francisco Lecha. Las fechas de uso van desde 1826 hasta 1835. Aunque en “Prefilatelia Española” se cataloga una marca estampada en negro no se tienen datos o imagen que pueda ilustrarla. Se conocen algunas falsificaciones muy burdas de esta marca sobre plicas judiciales de Puerto Príncipe.

“Certificación a Pto Príncipe 24 nbre de 1803”. Primera marca postal certificada de Cuba y única certificación manuscrita. Descubierta por el Dr. Yamil Kouri Jr. (fig.1)

“CERTIFICACION A V.CLARA”. La marca fue usada en rojo  y se conoce solo una carta fechada en Santa Clara en junio de 1843. Se conoce solo una carta descubierta por el autor. No está catalogada en “Prefilatelia Española”.

“CERTIFICACION A (MATANZAS)”. La marca fue usada en negro  y se conoce solo una carta fechada en Matanzas en julio de 1839. Se conoce solo una carta descubierta por el autor. No está catalogada en “Prefilatelia Española”.

Las marcas postales Baeza

El 15 de mayo de 1842 fue puesta en vigor una nueva reforma del  sistema postal español promovida por su director Juan Baeza. Dentro de las innumerables reformas que promulgaba estaba la unificación de sistema de marcas postales poniendo fin a la “era de las marcas lineales”. Las nuevas marcas tenían como elemento vital un fechador con el cual se pudiera constatar la fecha de imposición y recepción de la correspondencia. Dividió el territorio español en 31 demarcaciones postales de las cuales Cuba y Puerto Rico serían la 30 y Filipinas la número 31. Aunque no se sabe con certeza en qué fecha llegaron las marcas a la isla se conocen cartas datadas en La Habana y Matanzas en noviembre de 1842.

El correo certificado fue también modificado y se estableció una marca única que identificara el servicio en las 31 demarcaciones con algunas variantes. Se eliminó la marca con mención a la oficina de origen y se utilizó un solo punzón con la marca “CERTIF” acompañada de los “ceros” (identificativos del servicio) y la marca Baeza de la oficina postal. La primera carta certificada fechada con una marca Baeza la tenemos localizada en La Habana el 2 de diciembre de 1842.

Fueron muchas las oficinas que a través de los años y gradualmente tuvieron marcas Baeza pero no de todas se conocen cartas certificadas. Las conocidas hasta el momento son:

Artemisa             CERTIF rojo: se conoce una carta fechada en 1847. No está catalogada en “Prefilatelia Española”.

Consolación     CERTIF verde: se conoce una carta fechada en febrero de 1855. No está catalogada en “Prefilatelia                Española”.

Guanabacoa      CERTIF negro: se conoce un carta oficial fechada en noviembre de 1855 sin sello. No está catalogada en                                “Prefilatelia Española”.

La Habana          CERTIF rojo: se conoce usada entre 1842 hasta mediados de 1849.

CERTIF verde: se conoce usada en los últimos meses de 1849 y los primeros de 1850. Se conocen solo 3

piezas en este período. No está catalogada en “Prefilatelia Española”.

CERTIF azul: es la marca más conocida del período. Se conoce usada entre 1850 y 1855.

Jaruco                  CERTIF rojo: se conoce una carta fechada en 1847. No está catalogada en “Prefilatelia Española”. (fig.8)

Lagunillas           CERTIF rojo: se conoce una carta fechada en 1846. No está catalogada en “Prefilatelia Española”.

Matanzas            CERTIF rojo: se conoce usada entre 1844 hasta 1846.

CERTIF azul: Se conocen media docena de cartas usada entre 1849 y 1854.

Nva Bermeja    CERTIF rojo: se conoce una carta descubierta por Abreu fechada en 1848

Santiago de Cuba CERTIF rojo: se conoce usada entre 1843 y 1847. Dos cartas conocidas.

CERTIF verde: se conoce una carta fechada en 1852. No está catalogada en “Prefilatelia Española”.

CERTIF azul: Se conoce una carta usada en 1850.

Se han excluido de esta lista piezas catalogadas en “Prefilatelia Española” cuyas fechas no coinciden con el uso durante el período prefilatélico. Serán añadidas en el correspondiente artículo del correo certificado franqueado hasta 1869.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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