Prefilatelia VIII. La primera administración de correos de La Habana y de como los panaderos la financiaron. *

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Libro de Cuentas de Armona. Museo Postal Cubano. Foto C. Echenagusia
Libro de Cuentas de Armona. Museo Postal Cubano. Foto C. Echenagusia

Se atesora en el Museo Postal de La Habana el primer Libro de Cuentas de Armona. Este excepcional documento nos da fe del empeño del nuevo administrador en asumir cuanto antes sus enormes responsabilidades y poner en práctica las instrucciones de Grimaldi. Desprovisto de fondos y con un empeño y carácter muy particular el nuevo administrador no se amilanó y comenzó la búsqueda del dinero necesario.

Por más raro y anecdótico que resulte la verdad no está de más contarla y más si es casi desconocida. La primera administración postal de los correos marítimos sufragó sus gastos iniciales con la venta de harina de trigo. El resumen, ofrecido por Ángel Torredamé, que tuvo el excepcional privilegio de hojear el libro original reza:

“En estas condiciones, Armona se valió de un encargo de confianza que le había
hecho el Ministro de Hacienda, Marqués de Esquilache… Antes de emprender
el viaje el referido Ministro puso a su cuidado la venta de unos cinco o seis
mil barriles de harina francesa compradas en el año anterior para socorrer la
carestía del ejército que operaba en Portugal y que estaba almacenada en Cádiz
por no haberse tenido que utilizar. La recomendación que se le hizo tendía
a obtener tan solo el costo de las mismas, procurando su pronta salida para
evitar que con los calores del país se mareasen o se echar a perder… tres mil
quinientos de esos barriles se embarcaron en el ”San Carlos” donde venía el
Administrador y el resto fue enviado sucesivamente.
Ya en la capital los comerciantes contrarios a quienes iba a perjudicar la
competencia… habían esparcido la noticia de que las harinas estaban pasadas
e inservibles… Armona presentó al Gobierno las facturas originales que
probaban que … eran frescas e hizo amasar el contenido de ocho barriles por
cuatro buenos panaderos, regalando el pan así elaborado al Capitán General, al
Obispo, comunidades religiosas… y a otras muchas personas para que juzgaran
de su calidad.

La prueba dio el resultado que se esperaba y levantando la hipoteca sobre las
harinas, se encontró dinero al instante y después de poco menos de un año
se obtuvo el reintegro del capital más 14 000 pesos fuertes de ganancia para
el Rey. Armona empleó todo el dinero en beneficio de la Renta de Correos,
comprando buques y pertrechos y pagando a la marinería, carenas y oficinas
que desde luego se pusieron en planta…”.

Armona es reconocido como el mejor administrador de correos de todo el período colonial. Posteriormente fue llamado a la península donde fue alcalde de Madrid, aún una calle le recuerda, ganándose el respeto de los madrileños y el afecto del mismo rey Carlos III que le consultaba y numerosas veces rechazó su renuncia.

* Versión ampliada y actualizada del discurso de ingreso presentado a la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal en noviembre del 2021 por Adolfo Sarrias. Solo se autoriza el uso de este texto como licencia general para uso educativo. Se prohíbe cualquier reproducción o distribución que implique una ganancia o beneficio patrimonial.

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